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¿Conoces el síndrome de la nariz vacía?
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El síndrome de la nariz vacía suele aparecer de forma secundaria al corte de los cornetes inferiores y/o medios, aunque también se puede presentar en pacientes con estructuras nasales normales. Esta patología causa mucha controversia debido a sus investigaciones, que aún no han sido definidas por completo.
La incomodidad que presentamos en nuestra nariz cuando somos afectados por un resfriado, alergia o virus, es bastante desagradable por el aumento de mucosidad en la zona. Aunque dicha incomodidad no solo la presentamos en la zona de la nariz, sino también en otras áreas de la cabeza, que nos pueden producir mareos por falta de aire y otro tipo de malestares.
De esta manera, las personas que sufren el síndrome de nariz vacía, presentan los anteriores síntomas de manera casi diaria. En muchas ocasiones se manifiestan después de una rinoplastia, aunque se tenga la anatomía de una nariz preparada para una correcta respiración.
Si te interesa saber más la respecto, te damos más detalle a continuación.
¿Qué es el síndrome de nariz vacía?
Como hemos mencionado anteriormente, es una patología nasal de carácter crónico, considerada iatrogénica (acto médico involuntario), que se produce cuando se obstruye la fisiología nasal por la reducción o separación de los cornetes nasales.
Generalmente, en la realización de la rinoplastia se extraen o reducen los cornetes, dejándolos incapacitados para desempeñar su función.
Teniendo en cuenta que los cornetes son estructuras nasales ubicados en las partes laterales de las fosas, compuestos por estructuras de hueso esponjoso y cubiertos por una fina y delicada capa de mucosa nasal. Su función principal es la humidificación, filtración y calentamiento del aire, antes de llegar a los pulmones.
La función de los cornetes nasales es muy importante para evitar afecciones de tipo pulmonar, pues el aire debe llegar a los pulmones, húmedo, limpio y caliente.
Como cualquier patología, el síndrome de la nariz vacía cuenta con diferentes niveles de gravedad y sus síntomas pueden variar en cada paciente, al igual que su presencia se puede ocasionar a los 8 años aproximadamente, de haberte practicado una rinoplastia.
¿Cuáles son los síntomas?
Años después de una rinoplastia el paciente puede empezar a sentir resequedad y mal funcionamiento de las mucosas. En algunas ocasiones también se pueden presentar dolores de cabeza, faciales o bucales, al igual que dolor o quemazón al respirar aire frío.
Estos síntomas que, generan una gran incomodidad para el paciente, pueden empeorar a la hora de dormir y, aunque se tenga una cavidad nasal amplia, ésta obstrucción afecta la respiración, haciéndola más lenta y profunda.
Además de los síntomas ya mencionados, la pérdida de sensibilidad en el flujo aéreo nasal puede ocasionar mareos, aturdimiento o disnea (falta de aire), así como afectar al paciente a nivel psicológico, por la preocupación permanente a causa de la dificultad respiratoria y problemas en el momento de concentrarse.
Otros de los síntomas que esta sintomatología presenta es la fatiga, cansancio, hipertensión, reflujo gastroesofágico y en el peor de los casos, depresión.
Para determinar el síndrome de nariz vacía se debe realizar una exploración física, por medio de endoscopias o rinoscopias y pruebas que considere oportunas el especialista para conseguir un diagnóstico final.
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¿Cuáles son los tratamientos para este síndrome?
Para reparar el síndrome de la nariz vacía o Empty nose Syndrome podemos acudir a tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos.
Tratamientos no quirúrgicos
Su objetivo es conservar y mejorar la poca mucosa nasal que le queda al paciente, manteniendo húmeda la zona y libre de infecciones e irritaciones. Se puede utilizar spray nasal de solución salina, cremas y geles hidratantes, el consumo de medicamentos o el empleo de humidificadores de aire, así como una correcta y específica dieta.
Los tratamientos no quirúrgicos, por lo general, se emplean en pacientes que no tienen síntomas muy elevados. Pues los efectos de estos tratamientos son moderados y no restauran por completo las mucosas.
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Tratamientos quirúrgicos
Someternos a una intervención quirúrgica consigue el estrechamiento del gran espacio que ha quedado tras una rinoplastia, mediante el aumento del volumen de los cornetes y la creación de nuevas estructuras.
En el procedimiento se suelen implantar láminas de regeneración dérmica, injertos de cartílago, submucosa intestinal o implantes sintéticos, debajo de la mucosa. No obstante, los procedimientos más eficaces son los injertos de grasa enriquecidos con células regenerativas y los tratamientos con células madre.
De esta manera es conveniente que en el momento de tomar la decisión de acudir a una rinoplastia, elijamos un cirujano de confianza y altamente experimentado, para evitar posibles riesgos, como el ya mencionado síndrome de la nariz vacía.
Aunque cualquier cirugía estética puede traer consigo ciertos riesgos y complicaciones, si acudimos a manos expertas conseguiremos nuestro objetivo de corregir esa anomalía en nuestro aspecto físico que, por lo general, también nos afecta a nivel psicológico.
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