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¿Es normal deprimirse después de una cirugía estética?

¿Es normal deprimirse después de una cirugía estética?
Graduada en Comunicación con más de 6 años de experiencia en periodismo. Una de mis especialidades es escribir contenido médico de alto valor para mis lectores.
Creación: 25 sept 2017 · Actualización: 24 feb 2023
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Al momento de llevar a cabo una cirugía estética los pacientes llegan al quirófano con grandes expectativas, si los resultados no han sido tal cual como lo habían soñado se corre el riesgo de entrar en un estado emocional negativo. Este es un problema más común de lo que se piensa, pero como casi todo en esta vida, hay formas de tratarlo.

El paciente tiende a sentir una tristeza profunda, apatía y desánimo. Generalmente, en la mayoría de los casos, se trata de un síndrome que solo dura unos días, aunque puede alargarse unas semanas. Todo depende del grado de satisfacción y recuperación del paciente. Por supuesto, puede manifestarse en cualquier tipo de intervención quirúrgica, incluida la cirugía estética.

Parece un tema casi tabú, sobre todo en el mundo de la cirugía estética, donde se supone que todas las intervenciones y tratamientos buscan mejorar la apariencia y salud del paciente. Pero lo cierto es que la depresión postquirúrgica es también un aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de enfrentarse a una intervención.

¿Qué la causa?

Una de las principales causas de esta depresión es el descontento con los resultados obtenidos. Algunas veces el paciente no consigue los resultados esperados y no está satisfecho con la intervención, lo que origina este episodio de tristeza. Sin embargo, en otras ocasiones, el tiempo que tarda el paciente en apreciar resultados es otra causa del problema.

Muchas operaciones estéticas no evidencian los resultados hasta que han pasado días o semanas, incluso meses.Esto puede agobiar y entristecer al paciente, que puede sentir depresión al ver que el posoperatorio es muy lento o que los resultados no son apreciables a corto plazo.

Otras de las causas son las molestias asociadas y una recuperación tortuosa. Los dolores, drenajes y molestias asociadas en un posoperatorio evitan que el paciente retorne rápidamente a su estilo de vida normal y, a pesar de que haya sido informado de la recuperación, puede sentir depresión al verse con los drenajes y vendajes, o cuando tiene que limitar sus movimientos a consecuencia de los dolores o por prescripción médica.

hombre sentado en una banco al aire libre
Depresión post-quirúrgica

Las reacciones adversas de cualquier índole o efectos secundarios, pueden ser causa de depresión postoperatoria. La hinchazón que provoca, por ejemplo, una operación estética en la cara, puede conducir a momentos de agobio, ya que esos efectos no se pueden esconder, y ello podría despertar comentarios inapropiados, imprudentes u ofensivos ante el paciente.

Una cirugía estética puede producir (sobre todo en las mujeres) un vaivén hormonal, ésto, junto con la presión vivida durante los días previos a la intervención que pueden provocar después un descenso del nivel de cortisol (una hormona que se libera con el estrés), ocasiona una sensación de tristeza y apatía.

Del mismo modo, la situación personal del paciente puede igualmente influir en su estado de ánimo. Las mujeres con niños pequeños o los pacientes que pasan por esta experiencia solos o que no tienen el respaldo de sus familiares en su decisión, son más proclives a sufrir depresión tras la cirugía estética.

¿Qué tener en cuenta antes de una cirugía? Descúbrelo aquí.

Trabaja para evitar la depresión post cirugía estética

  • Reflexionar sobre la decisión: Es fundamental que el paciente esté seguro de que se quiere operar, de que quiere cambiar su apariencia estética y de los resultados que va a tener sobre su cuerpo, además de tener claras las condiciones del proceso completo y cómo esto podría repercutir en él y en su núcleo familiar. Por ello, es importante que hable con el especialista sobre el cambio que supondrá la intervención y le plantee todas las dudas que necesite aclarar. Si tiene dudas o no está completamente seguro, es mejor esperar o acudir a otros métodos.
  • Solicitar información al cirujano: Muchas veces los efectos adversos o los resultados no son los que el paciente hubiera deseado. Por ello es importante mantener contacto constante con el cirujano y su equipo de trabajo. Cuanta más información se tenga sobre el procedimiento y el postoperatorio, menores serán las posibilidades de sentir inquietud o tristeza durante el proceso, el paciente entrará al quirófano preparado.
  • Ser realista con las expectativas: Muchas veces los pacientes no tienen unas expectativas reales. Algunos piensan que con la operación el cambio será radical y esperan encontrar a una persona completamente diferente; otras, desean mejorar sin que se les note y sin que los resultados sean artificiales. Es más común de lo que se piensa ver pacientes que buscan parecerse a algún famoso y se desilusionan cuando el resultado no es positivo. La comunicación con el médico es crucial para que el paciente sepa cuáles serán los resultados verdaderos.
  • Confiar en el equipo médico plenamente: Es vital que el paciente tenga confianza plena en el equipo médico que le va a intervenir y que, entre él y el cirujano exista una relación profesional, pero cercana. De este modo, el primero tendrá la seguridad necesaria para plantear sus dudas y el médico podrá intervenir con tranquilidad y seguridad, pues al fin y al cabo el paciente pone su vida en manos de su médico.
  • Contar con apoyo durante todo el proceso: El apoyo del núcleo familiar, la pareja o los amigos es crucial para superar tanto los nervios de la operación como el reposo del posoperatorio. En algunas ocasiones, el paciente acude solo y pasa por todo este proceso sin sentir la compañía ni el apoyo de nadie, ya sea porque no tiene a nadie cerca, o porque la familia o pareja rechaza su decisión. También hay pacientes que van a la sala de operaciones sin notificarle a nadie para que los resultados sean "sorpresa" o no se enteren que él pasó por un proceso de cirugía estética. En estos casos, a la inquietud propia por la operación y el posoperatorio se sumará al estado de soledad del paciente, lo que puede desembocar en depresión severa.
  • Saber que cada persona evoluciona de manera diferente: Cada persona reacciona de una manera determinada a los tratamientos, la anestesia y evoluciona de modo distinto, por lo que los tiempos de recuperación, cicatrización y mejora no siempre son los mismos para todos.

Muchas veces es imposible no sentir tristeza o desesperación durante el postoperatorio, pero si se está bien seguro e informado, es posible que los síntomas sean menores y se puede sobrellevar este proceso con mucha más paz y mente positiva.

Someterse a una intervención conlleva muchos sacrificios y hay que estar preparados para enfrentarlos. ¿Estás totalmente decidida a operarte o tienes dudas? Ingresa en nuestra sección de pregúntale al médico para despejar tus temores. 👩‍⚕️👩‍🦰

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