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Rinoplastia ¿Cuáles son los cuidados en el postoperatorio?
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De acuerdo con las estadísticas de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, la rinoplastia es el cuarto procedimiento más demandado a nivel mundial. Si bien en la mayoría de casos, esta cirugía tiene fines únicamente estéticos, cada día son más las personas que buscan esta intervención para corregir problemas funcionales en la nariz, como el tabique desviado, y con ello mejorar su calidad de vida.
Hoy en día la rinoplastia es una operación relativamente sencilla y que no suele tener muchas complicaciones. Sin embargo, debido a que la zona que se interviene es muy delicada, normalmente pueden aparecer algunas molestias durante el postoperatorio que se pueden prolongar durante varios días.
Es normal que en los días posteriores a la intervención quirúrgica se presente algún sangrado. También es habitual que la zona de la nariz y el tercio superior de la cara presenten inflamación y que aparezcan hematomas. Todos estos síntomas empiezan a remitir entre tres y cuatro días después de la cirugía.
Es posible que aparezcan otros efectos secundarios como: adormecimiento o sensación de rigidez en la punta de la nariz, sensación de rugosidad en los lados y en la parte superior de la nariz, entre otros. Respecto al adormecimiento, esta molestia se puede prolongar durante varios meses.
Con el ánimo de reducir las molestias del postoperatorio de la rinoplastia y lograr una recuperación lo más rápida posible, a continuación, presentamos algunos sencillos consejos:
Seguir una dieta apropiada
Durante las 24 horas siguientes a la rinoplastia, habitualmente se presentan náuseas e incluso vómitos debido a la acción de la anestesia. Para contrarrestar estas molestias, es muy importante seguir una dieta líquida durante el primer día, es decir, consumir sopas, infusiones, purés, etc. A partir del segundo día se puede empezar a restablecer la dieta normal, atendiendo a cómo evolucionan las molestias estomacales.
Luego de la intervención, el cirujano suele recetar analgésicos y antibióticos para reducir el dolor y evitar posibles infecciones. Es recomendable no tomar esta medicación con el estómago vacío, ya que puede producir náuseas e incluso dañar el sistema digestivo.
Estar en reposo absoluto
Aunque la rinoplastia no es una cirugía mayor, esto no significa que no sea necesario reposar. Durante las primeras 24 horas, el paciente tiene que estar en reposo absoluto y en los quince días siguientes, el reposo debe ser moderado, evitando actividades que representen un gran esfuerzo físico.
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No sonar la nariz
Una de las dudas más comunes en los pacientes que se van a realizar una rinoplastia es si pueden o no sonarse la nariz. En ese sentido, los especialistas recomiendan no hacerlo después de la cirugía y hasta pasadas dos semanas, ya que se puede presentar una hemorragia. También es necesario, en la medida de lo posible, evitar reír, llorar o gesticular con la cara.
Respecto a los estornudos, estos son inevitables, pero se sugiere que durante el postoperatorio se haga siempre con la boca abierta, ya que de esta forma se reduce la presión y se evita el riesgo de hemorragia.
Realizar lavados nasales
Una de las mejores alternativas para reducir las molestias causadas por las heridas y las costras al interior es limpiar la nariz con agua de mar. Esta práctica también ayudará a mantener la hidratación de las fosas nasales.
No desesperarse con la congestión nasal
La congestión nasal es una molestia normal en la rinoplastia. Para paliar esta incomodidad se pueden utilizar líquidos descongestionantes, pero solo aquellos que hayan sido recetados por el cirujano y de la forma en la que se indique. Si se presentan molestias como sequedad, comezón o estornudos, es necesario consultar de forma inmediata con el médico tratante.
Beber agua
Debido a que el paciente no puede respirar por la nariz mientras esté tapada con tablillas o tapones, la boca se puede resecar constantemente. Para evitar la sequedad bucal o reducir esta molestia, se aconseja beber agua con frecuencia.
Usar un humidificador
Como ya se mencionó, la resequedad en la boca y en la nariz es una molestia normal luego de una rinoplastia. Para aliviar estos síntomas se puede usar un humidificador, especialmente en las noches. Se recomienda añadir al agua del aparato sustancias descongestionantes como el eucalipto o mentol.
Tomar los medicamentos prescritos por el cirujano
Todos sabemos los riesgos que conlleva la automedicación, pero estos son altamente peligrosos después de una intervención quirúrgica. Por esta razón, los pacientes que se realizan una rinoplastia sólo deben tomar la medicación prescrita por el cirujano, en la frecuencia y cantidad indicadas. Si el paciente debe tomar otros medicamentos porque sufre patología o enfermedades que así lo requieran, esta situación debe ser consultada con el cirujano antes del procedimiento.
Aceptar los cambios emocionales
Es muy común que las personas que se realizan una intervención quirúrgica, sufran un breve período de depresión después de la operación. Esto se presenta por el aspecto inflamado de la cara, las molestias del postoperatorio y la limitación de retomar las rutinas normales durante las primeras semanas. La depresión suele ir desapareciendo conforme se avanza en el proceso de recuperación, pero es importante acudir a un especialista si este estado emocional no mejora con el paso de las semanas.
Acudir al cirujano en caso de urgencia
Después de la intervención, el cirujano le informará al paciente las situaciones normales que se pueden presentar en el postoperatorio y también aquellas que implican un riesgo para la salud. Ante la presencia de síntomas como: dolor fuerte que no remite con analgésicos, fiebre por encima de los 37.5 °C o presencia de secreciones acuosas y claras, es necesario que el paciente acuda de urgencia al médico.
↪️Click aquí para conocer la diferencia entre rinoplastia y septoplastia.
Un buen postoperatorio asegura una buena recuperación
En términos generales, seguir las recomendaciones del cirujano al pie de la letra asegura que la recuperación sea lo más rápida posible. Esto requiere un poco de paciencia porque hasta que la recuperación no sea definitiva, el paciente no podrá retomar sus actividades cotidianas y se verá limitado a la hora de realizar ciertas acciones.
Normalmente la nariz está totalmente recuperada en un período de cuatro a seis semanas, luego de las cuales, el paciente puede volver a su rutina normal, cuidando de aplicar diariamente protección solar en la zona durante por lo menos tres meses después de la intervención.
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