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¿Qué es una rinoplastia secundaria?
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Con el fin de mejorar la estética y la funcionalidad, después de una o varias cirugías de nariz, se acude a una rinoplastia secundaria o revisional.
Muchas veces después de una rinoplastia primaria se pueden presentar patologías funcionales, como la alteración de la ventilación nasal o la inconformidad del paciente con la estética de la zona tratada.
La parte sobresaliente del rostro, que se ubica entre los ojos y la boca, que forma parte del sistema respiratorio, es conocida como la nariz. Al ser un órgano situado en el centro de la cara y fácilmente visible, es de suma importancia ponerse en manos de expertos a la hora de una operación.
¿Por qué hacerse una segunda operación?
Por lo general pensamos que aquellas personas que acuden a varias cirugías de nariz es porque no se sienten conformes con su rostro y está claro que pasar dos o varias veces por una rinoplastia es porque, o bien se tiene un deterioro en la función respiratoria, o simplemente no se han conseguido los resultados esperados en la primera intervención.
La inconformidad después de una primera rinoplastia puede ser causa de una incorrecta pericia del cirujano o por las fuerzas cicatrízales de la nariz. No obstante, sea el motivo que sea, lo que siempre hay que tener en cuenta es la satisfacción del paciente a nivel estético y funcional.
La rinoplastia secundaria es un poco más compleja que la primera, debido a que las estructuras nasales ya han sido alteradas y antes de la operación el especialista no sabe con exactitud la cantidad y la calidad de las estructuras, cosa que no pasa cuando se acude por primera vez.
¿Por qué es más compleja la segunda intervención?
En la segunda rinoplastia el cirujano tiene dos vías por las que acceder, o bien tratar los tejidos de la forma más delicada posible para conseguir los resultados deseados del paciente, o acudir a cartílagos de zonas como la oreja o hueso de las costillas, para implantarlo en el tabique nasal.
En muchos casos para evitar menores traumatismos de la zona, se puede acudir también a microinjertos de grasa del mismo paciente y aunque la pericia del médico es un factor indispensable a la hora de obtener los resultados deseados, la consistencia de la piel y la cantidad de cicatriz existente, pueden influir en su trabajo, haciéndolo un poco más complejo de lo normal. Por lo cual, a cuantas más cirugías de nariz se haya sometido el paciente, menos posibilidades de trabajar el tejido tendrá el cirujano.
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¿Cómo es el procedimiento?
Lo primero que debe hacer el médico es obtener el material del injerto necesario para posteriormente hacer el modelado requerido. De acuerdo a la dificultad de cada caso y de la necesidad de extraer cartílago o hueso de otras zonas del cuerpo, puede variar el tiempo de duración. La cirugía precisa de anestesia general y hospitalización.
¿Cómo es el postoperatorio?
Inmediatamente después de la cirugía se puede presentar dolor en la zona, dolor de cabeza y en la obstrucción nasal, lo cual se podrá calmar con medicamente que el cirujano recetará. De la misma forma la zona puede presentar cierta hinchazón, hematomas en los ojos o pequeñas hemorragias por la nariz.
Las primeras 24 horas son cruciales para la recuperación y el paciente deberá mantener la cabeza elevada, al igual que sonarse con mucho cuidado la nariz, sin realizar esfuerzo alguno, para que la cicatrización se efectúe de la mejor manera. Si se presenta algún estornudo, se recomienda hacerlo con la boca abierta.
No obstante, el paciente puede hacer vida normal pasados dos días aproximadamente y reincorporarse a su vida laboral una semana después.
En la cirugía se dejan unos tapones en las fosas nasales, los cuales se retiran dos días después. Puede ocurrir que el cirujano deje apósitos, puntos, férulas o escayolas, los cuales se retiran en una o dos semanas.
La completa recuperación y la observación de los resultados definitivos no se producirán hasta transcurridas dos o cuatro semanas.
Es importante tener en cuenta que tras la intervención no es bueno fumar, consumir bebidas alcohólicas, hacer actividades que requieran esfuerzo físico, el uso de gafas o lentes de contacto, hasta que el especialista lo autorice. También se debe intentar hablar o gesticular lo menos posible.
Resultados
La rinoplastia secundaria cuando se ha procedido de la mejor manera puede dar excelentes resultados, tanto a nivel estético, como funcional. Sin embargo, la rinoplastia secundaria que se realiza de manera excepcional, no podrá superar los resultados conseguidos en la rinoplastia primaria.
Debemos ser conscientes que la rinoplastia secundaria no es una cirugía milagrosa, sino que por el contrario requiere cierto grado de complejidad, por lo que la pericia del cirujano no hace que el resultado final sea el mejor.
De esta manera el especialista deberá informar al paciente de manera clara, los pros y los contras que se pueden presentar, siendo realista con los resultados que el paciente puede conseguir tras la intervención.
Los resultados pueden variar de un paciente a otro, según sus circunstancias, los resultados que se deseen y el desarrollo de su primera rinoplastia.
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