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Tratamientos alternativos a las polémicas mallas vaginales

Tratamientos alternativos a las polémicas mallas vaginales
Graduada en Comunicación con más de 6 años de experiencia en periodismo. Una de mis especialidades es escribir contenido médico de alto valor para mis lectores.
Creación: 31 dic 2017 · Actualización: 1 sept 2020
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El embarazo es una etapa inolvidable en la vida de las mujeres llena de nuevas emociones y expectativas. Sin embargo, la dulce espera puede dejar marcas no tan agradables para las madres: hinchazón, aparición de estrías, incontinencia urinaria e incluso dificultades a la hora de retomar su vida sexual.

Como es sabido el cuerpo femenino se transforma drásticamente durante el embarazo; los tejidos se estiran en la medida en que el nuevo miembro de la familia crece y va generando presión en diferentes zonas del cuerpo. El trabajo de parto también genera traumatismos ya que la estructura de músculos y ligamentos se ve afectada durante el nacimiento del bebé.

Uno de los inconvenientes más temidos por esta situación es el prolapso de los órganos pélvicos, cuando la vejiga y el útero se desplazan de su posición habitual y descienden debido al debilitamiento de la estructura pélvica. Sus consecuencias más evidentes son la incontinencia urinaria y los problemas para mantener relaciones sexuales.

Aunque esta dolencia está asociada al embarazo, también se puede presentar con la llegada de la menopausia o con la extirpación parcial o total del útero (histerectomía) ya que se pierde sujeción de la estructura que lo sostiene.

También se puede presentar en aquellas mujeres que son propensas al estreñimiento o que sufren de obesidad ya que estas condiciones están relacionadas con la pérdida de la tensión muscular en el suelo pélvico.

Los expertos aseguran que más del 50% de las mujeres tendrá que someterse a un tratamiento para corregir el prolapso pélvico y de ellas un 10% lo tendrá que hacer pasando por un quirófano.

¿Qué son las mallas vaginales?

Durante la década de 1990, en países como Estados Unidos y el Reino Unido, se empezaron a utilizar las mallas transvaginales para corregir el prolapso pélvico. Estas mallas son implantes fabricados con poliuretano que se ponen en el tejido de la vagina para sujetar el útero o la uretra.

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Sin embargo, en el año 2008 se comenzaron a conocer los problemas asociados a estos implantes. Muchas mujeres manifestaban fuertes dolores abdominales y vaginales causados por las mallas vaginales.

A raíz de esto, la Agencia para Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) recogió más de mil informes relativos a las pacientes estadounidenses que sufrían estos problemas y también, setecientas mujeres australianas denunciaron su caso ante los tribunales de justicia. Se calcula que alrededor de cien mil mujeres en el mundo han usado la malla vaginal.

¿Cuáles son los riesgos asociados al uso de las mallas vaginales?

Muchas mujeres a las que se les habían puesto la malla vaginal referían dolores abdominales que, en la mayoría de casos, se acompañaban de dolores vaginales punzantes. Además de estas complicaciones, también se denunciaron otros problemas que a todas luces ponen en peligro la salud y calidad de vida de estas mujeres. Entre ellos podemos resaltar:

  • Infecciones repetidas.
  • Dificultad para mantener relaciones sexuales ya que estas mujeres sufren dolores durante la penetración y en ocasiones sangrado.
  • Perforación de los órganos pélvicos.
  • Molestias causadas por el roce de la malla en el canal vaginal
  • Problemas urinarios como dolor, infección, escozor, etc.

Aunque ya se ha hecho la denuncia, muchas de estas mujeres siguen teniendo problemas que disminuyen su calidad de vida. De hecho, debido a la ubicación próxima de la malla a algunos nervios en ocasiones se hace difícil retirarla. La gravedad de esta situación obligó a la FDA a estudiar otros métodos para el tratamiento del prolapso pélvico y en el año 2011 emitió un comunicado aconsejando elegir otras técnicas y sólo utilizar la malla vaginal como último recurso.

Dr. Edwin Vega De La Hoz
Santa Marta (Comuna Central), Santa Marta
Dr. Carlos Eugenio Paternina Vivero
Usaquén (Bogotá Norte), Bogotá Norte
Medellín (El Poblado), Medellín

¿Cómo se puede corregir el prolapso pélvico?

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Hoy en día existen tratamientos alternativos para el prolapso pélvico que permiten recuperar la calidad de vida íntima y personal. Algunos de ellos son poco invasivos y no requieren una cirugía; otros, por el contrario, demandan el paso por un quirófano. A continuación, se presentan diferentes opciones diferentes a las polémicas mallas vaginales:

Métodos no quirúrgicos

Ejercicios pélvicos. Esta técnica implica la realización de ejercicios para fortalecer los músculos que sostienen los órganos pélvicos. Es la primera solución que aconsejan los especialistas a las mujeres que han tenido partos vaginales, múltiples partos o que están entrando en la menopausia ya que, si el prolapso no es muy grave, estos ejercicios por sí solo pueden reducir o minimizar el problema.

Rejuvenecimiento vaginal con láser. Este tratamiento consigue reducir la incontinencia urinaria y fortalecer la vagina usando un láser para mejorar el tono muscular y reconstruir el suelo pélvico. Es un procedimiento indoloro que no requiere cirugía ni hospitalización.

Pesarios vaginales. Los pesarios son aparatos que se colocan en la vagina para recolocar el útero y evitar su descenso. Esta técnica, a diferencia del láser, puede presentar algunos riesgos, aunque muchas mujeres la prefieren cuando no son candidatas para el uso del láser o no quieren una cirugía vaginal.

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Métodos quirúrgicos

Vaginoplastia. Cuando el prolapso pélvico es muy grave o cuando los tratamientos no quirúrgicos no funcionan, la vaginoplastia es la solución más aconsejable. Para llevar a cabo la operación, el cirujano realiza una incisión entre la vagina y el ano para tensar los tejidos y estrechar la vagina.

Si sufre de incontinencia urinaria o tiene dificultades para sostener relaciones sexuales satisfactorias, contacte a un especialista en cirugía íntima para que te valore y recomiende el mejor tratamiento para dar solución a tus molestias. Debido a las complicaciones con el uso de la malla vaginal, actualmente está descartado su uso para corregir el prolapso pélvico

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